El Amor,
una montaña rusa
Septiembre 06, 2023
¿Quieres una respuesta más personal?
Hablar del amor es un tema complejo; en lo personal opino que el amor es una emoción que tiene mucha fuerza para construir y desarrollar proyectos a largo plazo, conectarse con la vida y un conjunto de experiencias humanas que sobrepasan el entendimiento.
¿Qué tanto has hecho por amor? y ¿Qué tanto has dejado de hacer por amor?
Hoy, vamos a sumergirnos en el emocionante mundo del amor, esa montaña rusa de sentimientos que nos hace sonreír como tontos y, a veces, querer tirar cosas por la ventana. Este artículo no pretende profundizar en todos los aspectos, texturas, elementos filosóficos, alrededor del amor; pero sí quiero presentarte una de las formas en que ayudo a mis pacientes en las sesiones de terapia a abordar el asunto del amor. Pues como te podrás imaginar el amor o el desamor es uno de los motivos principales para ir a terapia, ya que es en nuestra relaciones de pareja o relaciones próximas es justamente donde vemos las heridas emocionales que más meyan nuestra felicidad y la conexión con nosotros mismos.
Uno de los temas más fascinantes y complejos de la psicología es el amor. Durante décadas, los investigadores han tratado de definir esta poderosa emoción, y uno de los enfoques más interesantes y ajustados es la teoría del Triángulo del Amor de Robert Sternberg. Para comprender las tres dimensiones que conforman esta compleja emoción, realmente él se las ingenió para simplificar la complejidad del amor en tres componentes emocionales! y como sabes me gusta plantearte ideas simples para que puedas.
El Teoría del Triángulo del Amor
La teoría del Triángulo del Amor de Sternberg plantea que para que exista un verdadero amor, deben coexistir tres componentes fundamentales: pasión, intimidad y decisión o compromiso. Comencemos por explorar cada uno de ellos.
1. Pasión: El componente del “¡guau, esto me enciende!” Es el fuego de la pasión que nos hace sentir como si estuviéramos a punto de despegar hacia el espacio exterior. ¡Prepárense para sentir esos cosquilleos románticos y las mariposas en el estómago que solo puede traer la pasión ardiente!
2. Intimidad: Aquí es donde sacamos las cartas de nuestro corazón. Es el lugar donde confiamos en alguien lo suficiente como para revelar nuestras locuras más profundas y conversaciones interminables sobre unicornios. ¡Es como un parque temático emocional donde compartimos secretos y chismes mientras comemos algodón de azúcar emocional!
3. Compromiso: Y ahora, damas y caballeros, el componente “¡Estoy aquí para quedarme!” Es donde las emociones se combinan con el compromiso a largo plazo. Piensen en esto como el pase anual a nuestra montaña rusa emocional. ¡Prepárense para enfrentar los desafíos juntos y gritar “¡aquí vamos!” mientras abrazamos el compromiso como verdaderos campeones del amor!
La Magia Química del Amor
¡Nuestro cerebro también tiene una fábrica de emociones funcionando a toda velocidad! Cuando nos enamoramos, nuestra mente se llena de neurotransmisores Como toda emoción, el amor no escapa de los cambios físicos y químicos en el cuerpo, seguramente ya habrás experimentado mariposas en el estómago, que sudas o que te pones nervioso o nerviosa. Estos cambios están influenciados principalmente por tres neurotransmisores clave: dopamina, oxitocina y norepinefrina.
1. Dopamina: La dopamina es un neurotransmisor asociado con la recompensa y el placer. Durante la etapa inicial del enamoramiento, el cerebro libera altos niveles de dopamina, lo que provoca sentimientos de euforia, excitación y felicidad cuando piensas o estás cerca de la persona amada. Este aumento de dopamina crea una sensación de gratificación y refuerza los vínculos emocionales con la otra persona.
2. Norepinefrina, que reduce el apetito y produce euforia.
3. Oxitocina, que además de provocar las contracciones uterinas en el parto y producir leche, es un mensajero químico del deseo sexual, y estimula los neurotransmisores que originan el enamoramiento.
Tipos de Amor
Me gusta mucho usar la metáfora de la montaña rusa para hablar de amor, quien ya subió en alguna, sabe bien que solo el hecho de pensar en subir genera en sí muchas sensaciones físicas. En este punto quiero describir con un poco más de detalle esos tipos de amor del que Stemberger nos habla. Vamos a subir en la montaña rusa del amor:
Nuestro viaje comienza con el emocionante ascenso del “Cariño”. Aquí, la intimidad se convierte en la vía principal mientras ascendemos por las alturas de la conexión emocional. Es como subir lentamente la primera colina de una montaña rusa, sintiendo esa emoción creciente en cada latido del corazón. Las parejas comparten secretos y momentos especiales, ¡como ese primer tramo de la montaña rusa que nos prepara para la caída emocional!
¡Y de repente, el vértigo del “Encaprichamiento” nos envuelve! Es como una caída libre emocional, donde la pasión se apodera de nuestros corazones como la gravedad nos arrastra hacia abajo. Las chispas vuelan, los besos estallan y las mariposas en el estómago se vuelven locas, ¡al igual que el vertiginoso descenso de una montaña rusa que nos deja sin aliento!
¡Pero cuidado, porque el camino del amor tiene sus giros inesperados! Entra el “Amor Vacío”, donde el compromiso toma el asiento del conductor. Aquí, el respeto y el deber se definen en el enfoque principal mientras navegamos por una curva inesperada en nuestra montaña rusa emocional. Es como un giro brusco que nos hace sentir que algo falta, ¡pero la aventura apenas está comenzando!
¡Y ahora, subimos nuevamente hacia las alturas del “Amor Romántico”! Aquí, la pasión y la intimidad se fusionan en una subida emocional que nos hace sentir como si estuviéramos volando. Las risas, los momentos compartidos y las caricias nos hacen sentir que estamos en la cima del mundo, ¡como esa segunda subida emocionante de una montaña rusa que nos llena de expectativas!
Pero, ¿qué es un viaje emocional sin giros sorprendentes? Aquí llega el “Amor Sociable”, donde la intimidad y el compromiso se abrazan en una curva emocional. Pero, ¡espera un minuto! Falta algo, ¿no? Exacto, la pasión. Es como un giro inesperado que nos hace darnos cuenta de que algo vital ha cambiado. Aquí sentimos esa confianza, en la que se desarrolla amistad, pura sincera y que puede construir mucho a largo plazo.
Y aquí viene el descenso final, ¡el “Amor Fatuo”! La pasión está en su punto máximo, pero la confianza a veces brilla por su ausencia, lo que nos hace sentir como si estuviéramos en una caída audaz y emocionante. Es una montaña rusa de emociones que nos hace que estamos en una montaña rusa de sensaciones, ¡una combinación explosiva que nos mantiene alerta en cada giro y vuelta!
Finalmente, llegamos a nuestro destino final, la estación del “Amor Completo”. Aquí, la intimidad, la pasión y el compromiso se unen en una sinfonía emocional que nos hace sentir que hemos alcanzado la cima de la montaña rusa. Es como cruzar la línea de meta después de un viaje lleno de emociones. Y como dijo Robert Sternberg, “Sin expresión, hasta el amor más grande puede morir”. ¡Así que celebremos y expresemos nuestro amor en cada giro y curva de este viaje emocional!
Y así, queridos aventureros, llegamos al final de nuestro viaje en la montaña rusa del amor. Esperamos que hayan disfrutado de esta travesía emocional llena de altibajos y giros inesperados. Si les ha emocionado esta experiencia, no olviden darle un “me gusta” y compartir con otros amantes de las emociones. ¡Hasta la próxima aventura emocional en el parque del corazón!
Beatriz Valencia
Magister especializada en el desarrollo de las personas, que combina la profundidad de un enfoque terapéutico de psicoterapia breve y psicología cognitivo-conductual, PNL, coaching ontológico y meta-genealogía.